La aparición de la diabetes tipo 1 en la actualidad sigue siendo desconocida, aunque en la mayoría de casos se conoce que se manifiesta antes de los 20 años, se ha detectado en la ultima decada un importante crecimiento posterior a esa edad.

Se trata una enfermedad metabólica caracterizada por una destrucción selectiva de las células beta del páncreas causando una deficiencia absoluta de insulina.

El tratamiento que reciben estas personas son inyecciones diarias de insulina con una dosis recomendada a traves de los altos o bajos niveles glicemia, evitando a largo plazo complicaciones que puedan derivar en ceguera, insuficiencia renal, cardiopatía y amputación de extremidades.

Los sintomas que pueden dar la alarma son los siguientes:

  •  Dolor abdominal

  •  Ausencia de la menstrual

  •  Fatiga

  •  Aumento de la sed

  •  Aumento de la micción

  •  Náuseas

  •  Vómitos

  •  Pérdida de peso a pesar del aumento del apetito

Hace unos meses saltó a los principales medios de comunicación el informe sobre una técnica experimental que consistente en aislar y eliminar las células defectuosas que impiden y anulan la producción natural de insulina, ha obtenido muy buenos resultados en ratones lo que podría permitir desarrollar una terapia para enfermos con diabetes tipo 1.

Existen algunos tratamientos naturales para los que tienen diagnosticada la diabetes de tipo 2. Si usted esta interesado en complementar su tratamiento estándar con un tratamiento natural hágalo para la supervisión de un profesional capacitado. Si la diabetes no es controlada correctamente las consecuencias pueden ser muy riesgosas.

También infórmele a su medico acerca de cualquier hierba, suplemento o terapia alternativa que usted este efectuando.

Hierbas que pueden ayudarlo contra la diabetes tipo 2

1) El ginseng
Aunque hay varios tipos diferentes de ginseng, la mayor parte de estudios dan resultados alentadores en su uso contra la diabetes. Esos estudios han demostrado que el gingseng puede mejorar en nivel de azúcar en la sangre.

2) El cromo
El cromo es un mineral que juega un importante papel en el metabolismo humano,
De hecho los estudios han encontrado niveles bajos de cromo en personas con diabetes.

3) El magnesio
El magnesio es un mineral encontrado naturalmente dentro de las comidas como verduras, frutos secos, semillas, granos y suplementos nutritivos.
El magnesio es necesario para más de 300 reacciones bioquímicas. Ayuda a regular niveles de azúcar en la sangre, el ritmo cardiaco, las funciones inmunes, presión sanguínea y para la salud ósea.
Las dosis altas de magnesio pueden causar debilidad, diarrea, nauseas, perdida del apetito, dificultades respiratorias, tensión arterial baja y ritmo cardiaco irregular.

4) La canela
Algunos estudios encontraron que la canela mejora los niveles de glucosa en la sangre en personas con diabetes tipo 2. En el primer estudio 60 personas con diabetes tipo 2 fueron divididas en 6 grupos. Tres grupos tomaron 1, 3 y 6 gramos de canela por día, los tres grupos restantes consumieron 1,3 y 6 gramos de capsulas de placebo. Después de 40 días, las personas que consumían canela mostraron mejores niveles de glucosa en la sangre, triglicéridos y colesterol.

5) El cinc
El cinc un mineral que juega un papel muy importante en la producción y almacenamiento de insulina. Las personas con diabetes tipo 2 mostraron tener bajos niveles de cinc. Las fuentes nutritivas que aportan cinc son por ejemplo, ostras, jengibre, arvejas secas, yema de huevo, centeno, la carne roja, las almendras, las nueces y las sardinas.

6) El Aloe Vera
Estudios recientes demostraron que el aloe vera reduce el nivel de azúcar en la sangre también disminuye los niveles de hemoglina


 


 


 

¿Qué es?

La hipertensión arterial es el aumento de la presión arterial de forma crónica. Es una enfermedad que no da síntomas durante mucho tiempo y, si no se trata, puede desencadenar complicaciones severas como un infarto de miocardio, una hemorragia o trombosis cerebral, lo que se puede evitar si se controla adecuadamente. Las primeras consecuencias de la hipertensión las sufren las arterias, que se endurecen a medida que soportan la presión arterial alta de forma continua, se hacen más gruesas y puede verse dificultado al paso de sangre a su través. Esto se conoce con el nombre de arteriosclerosis.

 

Causas

Se desconoce el mecanismo de la hipertensión arterial más frecuente, denominada "hipertensión esencial", "primaria" o "idiopática". En la hipertensión esencial no se han descrito todavía las causas especificas, aunque se ha relacionado con una serie de factores que suelen estar presentes en la mayoría de las personas que la sufren. Conviene separar aquellos relacionados con la herencia, el sexo, la edad y la raza y por tanto poco modificables, de aquellos otros que se podrían cambiar al variar los hábitos, ambiente, y las costumbres de las personas, como: la obesidad, la sensibilidad al sodio, el consumo excesivo de alcohol, el uso de anticonceptivos orales y un estilo de vida muy sedentario.

  • Herencia

    : cuando se transmite de padres a hijos se hereda una tendencia o predisposición a desarrollar cifras elevadas de tensión arterial. Se desconoce su mecanismo exacto, pero la experiencia acumulada demuestra que cuando una persona tiene un progenitor (o ambos) hipertensos, las posibilidades de desarrollar hipertensión son el doble que las de otras personas con ambos padres sin problemas de hipertensión.

  • Sexo

    : Los hombres tienen más predisposición a desarrollar hipertensión arterial que las mujeres hasta que éstas llegan a la edad de la menopausia. A partir de esta etapa la frecuencia en ambos sexos se iguala. Esto es así porque la naturaleza ha dotado a la mujer con unas hormonas protectoras mientras se encuentra en edad fértil, los estrógenos, y por ello tienen menos riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, en las mujeres más jóvenes existe un riesgo especial cuando toman píldoras anticonceptivas.

  • Edad y raza

    : La edad es otro factor, por desgracia no modificable, que va a influir sobre las cifras de presión arterial, de manera que tanto la presión arterial sistólica o máxima como la diastólica o mínima aumentan con los años y lógicamente se encuentra un mayor número de hipertensos a medida que aumenta la edad. En cuanto a la raza, los individuos de raza negra tienen el doble de posibilidades de desarrollar hipertensión que los de raza blanca, además de tener un peor pronóstico.

  • Sobrepeso

    : los individuos con sobrepeso están más expuestos a tener más alta la presión arterial que un individuo con peso normal. A medida que se aumenta de peso se eleva la tensión arterial y esto es mucho más evidente en los menores de 40 años y en las mujeres. La frecuencia de la hipertensión arterial entre los obesos, independientemente de la edad, es entre dos y tres veces superior a la de los individuos con un peso normal. No se sabe con claridad si es la obesidad por sí misma la causa de la hipertensión, o si hay un factor asociado que aumente la presión en personas con sobrepeso, aunque las últimas investigaciones apuntan a que a la obesidad se asocian otra serie de alteraciones que serían en parte responsables del aumento de presión arterial. También es cierto, que la reducción de peso hace que desaparezcan estas alteraciones.

 

Síntomas

La presión arterial elevada rara vez presenta síntomas. Estar nervioso o tenso, por ejemplo, no es sinónimo de tener la presión arterial elevada.

 

Diagnósticos

La única manera de detectar la hipertensión en sus inicios es con revisiones periódicas. Mucha gente tiene la presión arterial elevada durante años sin saberlo. El diagnóstico se puede realizar a través de los antecedentes familiares y personales, una exploración física y otras pruebas complementarias.

 

Tratamientos

La hipertensión no puede curarse en la mayoría de los casos, pero puede controlarse. En general debe seguirse un tratamiento regular de por vida para bajar la presión y mantenerla estable. Las pastillas son sólo parte del tratamiento de la hipertensión, ya que el médico también suele recomendar una dieta para perder peso y medidas como no abusar del consumo de sal, hacer ejercicio con regularidad. Consejos para el paciente con hipertensión:

  • Reduce el peso corporal si tienes sobrepeso.

  • Reduce el consumo de sal a 4-6 gramos al día; consume menos productos preparados y en conserva, y no emplees demasiada sal en la preparación de los alimentos. No obstante, existen pacientes que no responden a la restricción salina.

  • Reduce la ingesta de alcohol, que en las mujeres debe ser inferior a 140 gramos a la semana y en los hombres inferior a 210 gramos.

  • Realiza ejercicio físico, preferentemente pasear, correr moderadamente, nadar o ir en bicicleta, de 30 a 45 minutos, un mínimo de 3 veces por semana.

  • Reduce el consumo de café y no consumas más de 2-3 cafés al día.

  • Consume alimentos ricos en potasio, como legumbres, frutas y verduras.

  • Abandona el hábito de fumar.

  • Sigue una dieta rica en ácidos grasos poliinsaturados y pobre en grasas saturadas. Además de las medidas recomendadas, el hipertenso dispone de una amplia variedad de fármacos que le permiten controlar la enfermedad. El tratamiento debe ser siempre individualizado. Para la elección del fármaco, hay que considerar factores como la edad y el sexo del paciente, el grado de hipertensión, la presencia de otros trastornos (como diabetes o valores elevados de colesterol), los efectos secundarios y el coste de los fármacos y las pruebas necesarias para controlar su seguridad. Habitualmente los pacientes toleran bien los fármacos, pero cualquier fármaco antihipertensivo puede provocar efectos secundarios, de modo que si éstos aparecen, se debería informar de ello al médico para que ajuste la dosis o cambie el tratamiento.

 

Otros datos

Existen diversas maneras de medir la presión arterial:

  • El esfigmomanómetro de mercurio. Es el más exacto y menos expuesto a errores. Para su uso se requiere un fonendoscopio.

  • El esfigmomanómetro de aire. Es el más utilizado y es también un aparato preciso. Igualmente necesita de un fonendoscopio para su uso.

  • El aparato electrónico. Se utiliza mucho para realizar el autocontrol, no necesita fonendoscopio porque lleva un detector del pulso incorporado y es de fácil manejo. No obstante, se trata de un aparato muy sensible a los ruidos y a los movimientos, por lo que para que los valores obtenidos sean exactos, es necesario que el brazo no se mueva y que no se hable. Es importante que el aparato esté en buenas condiciones y se revise periódicamente. Además, para medir la presión arterial se requiere cumplir una serie de condiciones:

Para medir la presión arterial debe colocarse el manguito del esfigmomanómetro a la altura del corazón. El borde superior debe estar como mínimo dos centímetros por encima de la flexura del codo. A continuación se infla el manguito hasta una presión de 180 milímetros de Hg. Si se sabe que en determinaciones anteriores la presión sistólica era superior a esta cifra, se infla hasta una presión 20 mm Hg por encima de la última conocida. Se coloca la campana del fonendo allí donde previamente se ha localizado el latido arterial en la flexura del codo y se procede a desinflar poco a poco el manguito. El primer latido que se escucha corresponde a la presión sistólica o máxima y la desaparición del latido a la presión diastólica o mínima. En los niños y también en algunos adultos, los latidos no desaparecen; entonces se considera como presión diastólica aquella en la que se modifica la tonalidad de los latidos.

Riesgos. El principal riesgo es el infarto de miocardio. Un hipertenso no tratado tiene, como media, 10 veces más riesgo de morir de infarto que un individuo con tensión normal. Asimismo, la hipertensión puede producir trombos o rupturas arteriales, pudiendo dar lugar a hemorragias, daño en las células nerviosas, pérdida de memoria o parálisis. El riñón también sufre las consecuencias de la hipertensión arterial y entre los pacientes hipertensos se produce insuficiencia renal con más frecuencia que entre los normotensos. Los pequeños vasos del fondo del ojo, también se ven amenazados por la hipertensión, que favorece su rotura y las hemorragias, que puedan llevar incluso a la pérdida de la visión.

Complicaciones. Las complicaciones mortales o no de la HTA se relacionan de modo muy directo con la cuantía del aumento de la tensión arterial y el tiempo de evolución. Por este motivo, la mejor manera de prevenirlas es establecer el diagnóstico precoz de la hipertensión.

Hábitos correctos. Es importante según las siguientes pautas:

  • - Ejercicio físico: La práctica de ejercicio físico es altamente recomendable, pues no sólo reduce la presión arterial, sino que también tiene un efecto beneficioso sobre otros factores de riesgo cardiovascular como la obesidad, la diabetes o el colesterol alto. Sea cual sea su edad, hacer regularmente ejercicio físico moderado es un hábito saludable que reporta beneficios a lo largo de toda la vida. Conviene comenzar a hacer ejercicio con un programa que implique un entrenamiento suave y vaya incrementando su intensidad de forma gradual.

  • - Consumo moderado de alcohol: Beber alcohol en exceso aumenta la tensión arterial, pero este efecto no se manifiesta si las cantidades de alcohol son moderadas. Es importante señalar que el consumo de hasta 40 gramos diarios, no solo no produce elevación de la tensión arterial, sino que se asocia a una pequeña disminución, aunque al hipertenso que no bebe no se le aconseja empezar a hacerlo. No obstante, hay que recordar que las bebidas alcohólicas tienen calorías, por ello, si estamos sometidos a una dieta baja en calorías se debe restringir su uso. Algunas veces hay que restringir aún más el consumo de alcohol, sobre todo si la hipertensión se asocia a enfermedades metabólicas como diabetes o al aumento de ciertas grasas en la sangre (triglicéridos).